jueves, 27 de marzo de 2014

Preparados, listos...

Que me presente, vaya faenón.

¡Y yo qué se!

Aparentemente soy una 'señora' ya adulta que está siempre metiendo la náriz en todas partes, 'culoinquieta', distraida y curiosa, habladora y, últimamente, escribidora.

He visto maestros, profesores, formadores que se reconocen aprendices como yo y me gusta.

Tres cosas, dos intereses y una expectativa.

Las imágenes, una de la aplicación con la que he hecho la presentación (Haiku Deck); el retrato raro, yo misma; las otras dos hechas con TypeDrawing ¡Si supiera dibujar! Otro gallo cantaría.

¡Va!

lunes, 24 de marzo de 2014

Personas en Lleida (blogueando mientras empieza un curso).

El soldado Eric en Lleida


Desde los 13 años o pocos más lo que escribió George Orwell (Eric Brian) me viene gustando mucho (de tanto en tanto lo releo). Eran y son (por supuesto) escritos, historias, relatos, cuentos que me contaban cosas que parecían fáciles e irreales. Ay!

En 3º D la seño de inglés, Mª Teresa Martínez, entonces PNN, nos hizo leer "Animal Farm" (en inglés ¡qué cosas!, también hicimos Muffins :-) y nos los comimos xD)

Casi no recuerdo nada de aquella lectura pero sí que empecé a comprar todo lo conocido de Orwell (en castellano):

Subir a por aire, Sin blanca en Londres y en París, 1984 y alguna más.

No compré Homenaje a Cataluña por alguna razón ignorada que ahora, años después igual acierto a intuir ;-) no estaba a la venta (?!) aun.

Hacia los 90 y más de 5, una compañera -amiga- de inglés (Carme Aguiló, la de los pósters "Arriba y abajo") me dijo que Orwell había estado en el Hospital Provincial y que tenía inscripción (creo recordar que la ví -la inscripción-) pero ahora ya no. Cosas que pasan.


Mientras #ABPmooc_intef se hace "de rogar"
os dejo unos párrafos que hacen que esté orgullosa de mi ciudad.

Ahí van, espero que os gusten.

Eric Blair (George Orwell)


Jardines del Hospital de Lleida - 1945

George Orwell

Homenaje a Cataluña

 Capítulo XII


"Estuve cinco o seis días en Lérida. Era un gran hospital, con enfermos y heridos civiles y militares, más o menos mezclados. Algunos de los hombres de mi sala tenían heridas graves. En la cama vecina a la mía un joven de cabello negro tomaba un medicamento que daba a su orina un color verde esmeralda. Su orinal de cama constituía uno de los espectáculos de la sala.


Un comunista holandés, al enterarse de que había un inglés en el hospital, se me acercó trayéndome periódicos ingleses y hablándome en mi lengua. Había resultado gravemente herido en los combates de octubre y se las había ingeniado para establecerse en el hospital de Lérida y casarse con una de las enfermeras. A causa de las heridas, una de sus piernas se había encogido tanto que no era más gruesa que mi brazo. Dos milicianos de permiso, a quienes había conocido durante mi primera semana en el frente, acudieron al hospital a visitar aun amigo herido y me reconocieron. Eran muchachos de unos dieciocho años. Permanecieron de pie junto a mi cama, incómodos, buscando qué decir y luego, para demostrar que lamentaban lo de mi herida, sacaron de súbito todo el tabaco de sus bolsillos, me lo dieron y desaparecieron antes de que pudiera devolvérselo. ¡Qué gesto tan español! Más tarde descubrí que no podía conseguirse tabaco en toda la ciudad y que me habían dado la ración de una semana.

Al cabo de unos pocos días pude levantarme y caminar con el brazo en cabestrillo; por alguna razón, me dolía mucho más cuando lo tenía colgando. Sentía, además, un intenso dolor interno por el daño que me había hecho al caer y me había quedado casi del todo sin voz (1), pero nunca tuve un segundo de sufrimiento debido a la herida de la bala.

Parece que esto es bastante corriente. El tremendo impacto de una bala impide toda sensación local; en cambio, un fragmento de bomba o de granada, que es irregular y a menudo golpea con menos fuerza, debe de producir un dolor agudísimo. El hospital contaba con un agradable jardín en el que había un estanque con peces de colores y unos pececillos de color gris oscuro -albures creo que eran-. Solía sentarme a observarlos durante horas.

La manera de hacer las cosas en Lérida me permitió conocer el funcionamiento del sistema hospitalario del frente de Aragón; no sé si era igual en los demás frentes.

En ciertos aspectos, los hospitales eran muy buenos. Los médicos eran capaces y no parecía haber escasez de medicinas y equipos. Pero padecían dos defectos importantísimos, a causa de los cuales murieron cientos o miles de hombres que podían haberse salvado.

Almacén Farmacia
Despacho Farmacia

Uno de ellos era el hecho de que los hospitales cercanos al frente eran utilizados como centros de distribución de heridos. En consecuencia, uno no recibía tratamiento alguno, a menos que la gravedad de la herida impidiera el traslado.



Sala de curas
En teoría, la mayoría de los heridos iban directamente a Barcelona o Tarragona, pero debido a la falta de transporte, a menudo tardaban una semana o diez días en llegar a destino.

Se los tenía rodando por Siétamo, Barbastro, Monzón, Lérida y otros lugares, sin recibir ningún tratamiento, excepto un ocasional vendaje limpio. Hombres con heridas atroces o huesos aplastados eran envueltos en una especie de funda a base de vendas y yeso; en la parte exterior se escribía con lápiz la descripción de la herida, pues por lo general la funda no se retiraba hasta que el hombre llegaba a Barcelona o Tarragona, diez días después.
Resultaba casi imposible examinar la herida en esas condiciones; los pocos médicos no daban abasto con el trabajo y se limitaban a pasar rápidamente junto a cada cama diciendo: «Sí, sí, lo atenderán en Barcelona». Siempre había rumores de que el tren-hospital partiría hacia Barcelona mañana.


Si habéis llegado hasta aquí... estoy segura que hacían lo que podían y bien sabían.
No reniego de ellas :-)

El otro defecto radicaba en la falta de enfermeras competentes. Evidentemente en España no había suficientes enfermeras con formación, quizá porque antes de la guerra eran las monjas las encargadas de esas tareas. No tengo quejas de las enfermeras españolas; siempre me trataron con extrema bondad, pero no cabe duda de que eran sumamente negligentes.


Ains! :-/

Todas sabían tomar la temperatura, algunas podían hacer un vendaje, y nada más. De esta incompetencia resultaba que los hombres demasiado enfermos para valerse por si mismos a menudo eran objeto de un vergonzoso descuido.


¿Habría excusa para ser un poco "marranillas"?
No se...

Las enfermeras dejaban que un paciente estuviera con diarrea durante una semana, y rara vez lavaban a quienes estaban demasiado débiles como para hacerlo solos. Recuerdo a un pobre miliciano con un brazo destrozado que me contó que había estado tres semanas con la cara sucia. Hasta las camas se quedaban a veces sin hacer durante varios días. La comida, en cambio, era buena en todos los hospitales, quizá demasiado buena. En España, más que en cualquier otra parte, parecía continuar la costumbre de atiborrar a los enfermos con pesadas comidas.

Ni aun hoy, hemos aprendido.
Lo siento.

En Lérida, las comidas eran pantagruélicas. A las seis de la mañana servían un desayuno a base de sopa, tortilla, guiso, pan, vino blanco y café; y el almuerzo era aún más abundante -y esto en una época en que la mayor parte de la población civil padecía carencias alimenticias-. Los españoles parecen no saber lo que es una dieta liviana. Dan la misma comida a los enfermos que a los sanos, siempre el mismo tipo de plato abundante, grasiento, empapado en aceite de oliva.


Comedor
Cocina
Una mañana se anunció que los hombres de mi sala partirían ese mismo día hacia Barcelona. Logré enviar un telegrama a mi esposa, anunciándole mi llegada. Poco después nos metieron en varios autobuses y nos llevaron a la esta- clon. Cuando el tren ya había arrancado, el enfermero del hospital que viajaba con nosotros por casualidad nos informó de que no íbamos a Barcelona, sino a Tarragona. Supongo que el maquinista había cambiado de idea. «¡Típicamente español!», pensé. También fue muy español que aceptaran detener el tren para que yo pudiera enviar otro telegrama, y aún más español, que éste nunca llegara."


(1) Orwell no hablaba apenas, porque la bala le había atravesado la garganta.
Su mujer, Eileen, comunicó a los padres de Eric (George) su estado por telegrama.

El comandante Georges Koop emitió un informe completo sobre la lesión y hasta hay dibujo que la describe.


Ahí van: telegrama, informe y dibujo

Telegrama

“Eric slightly wounded progress excellent sends love no need for anxiety Eileen"

Informe

"Eric was wounded the 20th of May at 5 a.m. The bullet entered the neck just under the larynx, slightly at the left side of it’s vertical axis and went out at the dorsal right side of the neck’s base. It was a normal 7 mm bore, copper-plated Spanish Mauser bullet, shot from a distance of some 175 yards. At this range, it still had a velocity of some 600 feet per second and a cauterising temperature. Under the impact, Eric fell on his back. The hemorrhaging was insignificant.

After dressing at a first aid post some half a mile from the actual line, he was transferred to Barbastro and then to the Hospital of Lerida, where I saw him with Eileen some 50 hours after him having been wounded.

Eric’s general state was some sort of excellent; the temperature (taken in the left arm-pit) had never reached 37°C. Eric complained about his right arm aching from the shoulder down to the tip of the middle finger along a humero-cubital line and about a pain, according to himself severe but not unbearable, in the left side somwhere between the ultimate rib and the spleen. His voice was hoarse and feeble, but covering all the practical purposes of conversational speech. Breathing absolutely regular. Sense of humour untouched.

At the Hospital in Lerida, Eric only received an external treatment of his wound. After a couple of days, the dressing of the entrance wound could be dispensed with. He remained at this Hospital, under care of Dr. Farré, up to the 27th when he was transferred to Tarragona.

Dr. Farré told me on the 22d of May that no essential organ had been touched by some sort of unexplainable luck; he admitted that the pain in the arm might be produced by abrasion of one of the arm’s main nerves and that the pain in the left side was probably due to hitting the ground when falling from his tremendous height. He told me that there was nothing to fear about the basic wound"


Dibujo




George Kopp, escribió este informe el 31 de mayo de 1937. Cuando el informe se perdió, Kopp escribió otro igual, para el Dr. Laurence O’Shaughnessy, cuñado de Orwell, fechado en Barcelona el 10 de junio de 1937. Kopp ilustró el informe con un dibujo sobre el paso de la bala por la garganta de Orwell. Son los repruducidos arriba.

Nota: Los errores ortográficos y tipográficos no se han corregido.

 


Fuente de las imágenes:


Jardines del Hospital Real Academia de Medicina
Hospital provincial  Diputació de Lleida
Libro todocolección 


domingo, 23 de marzo de 2014

Desde aquí para allá


Aquí es Lleida, una ciudad de provincias (también en Catalunya las hay), donde nací (1958), me reproduje (1984, 1993, 1995 y 2000), casi me muero y no es seguro que muera.

Tiene sus cosas: dos catedrales, un rio grande, ancho y cuidadín, otro casi subterráneo -el Noguerola-, un museo o dos ¿serán más?, dos castillos (serían tres pero "el Castell" ahora es la Seu Vella o Catedral, también bella).

¿Qué más? 





Una estación, de trenes, que nos ha situado en un eje del buen viajar, una de autobuses que mejor la cerramos ya (vergüenza me da) y un Aeropuerto que no mentamos mucho porque va a ser que metimos la pata y no es cuestión de asemejarnos a abuelos con gafas muy oscuras de la Catalunya Sur y más cuando es el primero de los 'aeropuestos' por la Generalitat de esta magna Catalunya. Donde, dicen ellos ¿quiénes serán?, todo lo hacemos bien. 





Pues tenemos cosas y casas, muchas, que las inmobiliarias se cebaron y ahora no digieren bien. 





Tenemos un Auditorio muy bien utilizado y otro en el que podemos celebrar bodas (no en vano tiene forma de tarta), también podemos bailar cada sábado y hasta ver y escuchar ballet (balet) y/o ópera -qué nivel- y teiatro y tantas cosas que si somos sinceros la mayoría no pueden (y a veces aun pudiendo, no quieren) pagar. Qué ¿por qué? Pues porque de repente nos dimos cuenta que nos engañaban, que no nos decían la verdad y que lo que parecía -igual también era- una obra faraónica para deshonor de quién -con tan buena autointención- la propuso, edificó acabamos rescatándola -aun sin querer, ni saber- entre todos vía Catalunya Caixa y unos suelos recalificados por medio.


¡Qué pena!




Tenemos Personas, muchas y humanas, hermanas, madres, tías, hijas, abuelas, vecinas, primas, compañeras, conductoras de autobús e incluso amigas (a todos los substantivos les podéis y debéis añadir el -os, también al primero) que saludan y sonríen o despistan –qué se le va a hacer- cuando nos cruzamos en la calle Mayor cada sábado por la tarde (no dejemos de hacerlo). La estrechez de la vía invita a la conveniente convivencia, cada día a todas -¿?- horas).



 
El Carrer Major, el nervi principal de la ciutat des de temps immemorials. 

Pues eso, solo eso y es lo más. Esto es Lleida, un conjunto como otro de cosas, casas y personas humanas que van, vamos yendo por la vida como bien podemos.

Vamos entre la niebla que cada vez clarea más y eso sin ser malo, no se si es del todo bueno.

No se si sabéis la niebla es un buen lugar donde esconderse para luego reaparecer.

Y en eso estamos Lleida y los suyos y –as.


Ay! Ay! Hay, hay y tenemos una Universidad (la veo tan normal -y eso es, también, bueno- que casi no os lo decía) y escuelas y institutos donde los alumnos pasan las mejores horas y días de su día y vida por tiempo, espacio y compañía -eso deseamos todos y todas, o al menos los y las más-.

Y en la mayoria de las casas, que son hogares, también sucede otro tanto, o incluso ¡mash! ¡musho mash!

Lleida, ya veís, es una ciudad como todas o mejor, porque es en la que he nacido, me he reproducido, casi muero e igual no moriré.

Saludos y salud.







martes, 4 de marzo de 2014

PRO #ILUSIÓN CONTRA #AUTOENGAÑO


Me dolía un poco acabar con el curso Entorno personal de aprendizaje del docente que el INTEF había ofrecido a todos los docentes sin distinción de ningún tipo (yo misma no lo soy según otras Administraciones).



Me dolía por varias razones:



-       Había conseguido empezar a poner orden en parte de la información que tengo guardada en discos duros, lápices de memoria y otros lugares.

-       Había empezado a saber para qué eran mejores o menos complicadas algunas aplicaciones.

-       Había empezado a darme cuenta de que tampoco lo hacía tan mal cuando lo hacía y la autoestima, aunque llegue tarde, es una de las pocas cosas que tiene el docente además de palabras vacías de aliento y neo-reconocimiento de Administración, padres y sociedad.

-       Había por el curso (entre los 9000, 1000 activos, 300 metidos) personas humanas catalanas (igual unas 20) y también profesores de FP (50?).

-       Había de todo, altos, bajos, chicos, chicas, calvos y melenas, resabidillos y aprendices, personal que de alguna manera se promocionaba y otros (igual sólo yo) que insistían en no dejarse vencer por la… ignominia ¡no! ¡Indolencia! ¡Indolencia!



Había, yo descubierto los Cursos de aprendizaje gratuitos, masivos y en línea, a raíz de una bonita historia de cine-profesores-alumnos, la Fundación Telefónica y MiriadaX.



Yo era y soy de buscar los tres pies al gato:



-       ¿Qué perseguirán?

-       ¿Qué obtendrán?

-       ¿Qué oscuras razones habrá tras tanta bondad?



Durante muchos años esta actitud (con independencia de que la respuesta a las preguntas sea más o menos dolorosa), aportó un toque agrio a mi actitud vital.



Leía en breve hace poco que detrás de cara sonrisa hay… detrás de cada tienes razón… detrás de qué bien lo haces… Estas parecen ser y son las actitudes que se pasean como triunfadoras en la red y a veces hacen que veamos la cruda y dura realidad -por este agujero- como casi ideal, cuando no lo es.



En las escuelas, institutos y cualquier otro puesto de trabajo las cosas son más, eso, cosas y normales: reconocemos a los compañeros más fácilmente (la mirada no engaña o lo hace poco), sufrimos con y de los alumnos (algunos también a –los alumnos-).



Y si ellos o nosotros estamos en edades difíciles o situaciones complicadas a veces no sabemos por dónde salir y, o nos revolvemos contra nosotros mismos o empezamos a dar patadas a tontas y a locas o buscamos lugares de reposo y ánimo.



Unos, tienen suerte (o la buscan, o encuentran) y cerca, muy cerca hay una o dos o hasta más personas en su centro que, no pensando como ellos, también quiere salvarse y hacer bien su trabajo y se apoyan mutuamente (casi nunca incondicionalmente porqué hoy en día muchos pagan su peaje por una destinación provisional y a veces definitiva cerca de casa).



Otros, no y pululan por los pasillos, sala de profesores, departamento o seminario y solo se sienten un poco mejor cuando, en clase, consiguen –a veces- un cierto entusiasmo de algún alumno por ponerse manos a a la obra.



Otros vagan vencidos por la enorme losa que les supone no saber cómo hacer para que haya un ambiente propicio en el centro y sobretodo en clase para que, enseñando unos, aprendan todos.



A algunos, de vez en cuando, se nos escapa un pensamiento hacia la salida (una coordinación, un plan estratégico, la dirección, un centro de recursos, una licencia de estudios, la formación…), pero los tiempos han cambiado y ya no hay vacantes en esos paraísos.



No nos atrevemos a pensar que, también a veces, igual no estemos donde debiéramos o que esto de la educación es un oficio que debemos aprender bien y despacio y que, además tiene mucho de aquello que antes llamaban vocación y ahora "Elemento". Muchos docentes de secundaria somos y nos creemos (que igual es mucho peor), licenciados, arquitectos o ingenieros en… metidos a…



Ya sea por casi obligación, comodidad, autoengaño de condiciones de trabajo –como la supuesta poca responsabilidad- y otras cosas que me da pereza enumerar.



Y en esto llega un curso gratuito que nos habla de enseñar en la era de Internet y lo promociona la Administración Central al frente de la cual hay un Gobierno y detrás un Partido Político de derechas rancias cada día más y no nos gusta –más aun nos disgusta enormemente-.

Y aunque sea en algo tan banal como la formación del profesorado por una vez en años hacen algo en donde cabemos todos -poco ha durado vean nueva convocatoria- e igual nos gusta y hasta le sacamos provecho (aunque las horas sean más de 30, ni nos den certificado para poder promocionarnos).



Y pese a intuir interesadas intenciones en tiempos de voto y ánsias de pagar con una pequeña penitencia grandes desmanes, vamos; vamos muchos (que no todos) y casi nos autoengañamos pensando que podemos, que podemos cambiar alguna cosa (para mejor) en esto tan extrañamente humano y por lo tanto complicado de ir a clase mientras vivimos e intentamos aprendiendo convencer para que aprendan.



Y sabemos que hay unas tareas excesivamente pautadas (como las que a veces pautamos para nuestros alumnos) y que unos van y ya, de entrada, saben el doble de lo que nos pretenden enseñar y otros pasmados ante tanta cosa rara o se retiran silenciosos (sin casi pedir ayuda) o enfadados consigo mismos (porqué supone un esfuerzo que no estaban dispuestos a hacer) echan mano de excusas que algunos conocemos –por usadas- compromisos anteriores, el trabajo de la evaluación cercana –corregir exámenes-, la cita médica, la enfermedad sobrevenida o el pequeño accidente doméstico y con un amable ¡Hasta luego! Nos vamos yendo al día a día.



Los más cabezones, noctámbulos, solitarios u ociosos seguimos y obedientes –como somos- vamos realizando las tareas y nos dejamos engañar también con cualquier excusa conocida (lo que aprendemos, lo que descubrimos, lo que haremos en clase, lo que ya hago, o que hice, todos los co -nectivismos, -nstructivismos, -evaluaciones, -operaciones y hasta –nductismos).



Y formamos co –munidades efímeras e irreales y lo sabemos porqué tenemos edad y experiencia y los arranques de modernidad, generosidad y utopías varias han ido francasándonos al paso, seguramente por miedo a, o cobardía directamente.



Y luego, ya al final, cuando habíamos vivido 7 semanas de ilusión, surgen -en una de las redes en las que nos metieron casi sin querer,  ni saber- unos agoreros que nos dicen que nos recuerdan otra vez:



¿Qué perseguirán?

¿Qué obtendrán?

¿Qué oscuras razones habrá tras tanta bondad?



Y se ven obligados a responderse lo que ya sabíamos, que 9000 moscas no pueden equivocarse.



¿Qué perseguirán?

Los unos, alguna acción conciliadora tras tantos desmanes (no lo han conseguido).

¿Qué obtendrán?

Los otros unos ingresos ¿Qué hay de malo? ¿Dudamos de que se los hayan ganado?

¿Qué oscuras razones habrá tras tanta bondad?

Ni lo se, o sí; ni me importa o sí. Pero mi época especuladora y juzgadora entre pares, ya pasó.



Opto, sin embargo, por agradecer el trabajo a los que lo hicieron y ojalá todas las formaciones que han sido me fueran tan provechosas personal y profesionalmente (que en esto de la educación es casi lo mismo).



Lo que sí voy a afirmar es que me han enseñado y he aprendido de los tres profesores y sobretodo y mucho de un grupo de 50-70 compañeros de curso, igual habría que compartir la “pecunia numerata”.



Lo diré con la palabra que más apareció en mi “autoestudioramplón” de la cuenta personal en Twitter:



¡GRACIAS!



sábado, 1 de marzo de 2014

Nunca aprender fue tan... (añada opinión)


El siete tiene sus cosas, la semana, los jinetes de la Apocalipsis (de 4 a 7, total...), las siete maravillas del mundo (que me parece son más), los siete magníficos (que eran 4), los siete hombres sin piedad (salieron 11 pero son multitud).



Al INTEF, le pasa como a la humanidad, tendemos a converger aunque sea con la excusa de aprender y se fijó la temporización del MOOC en 7 semanas (dejo a banda -como el arroz- lo de las horas, que por Madriz las cuentan distinto).



Y ahora, estamos aquí, sábado frente al ordenador y por aquí un churumbel de 14 years old que se alela a su manera frente a la tele, gamificando.



A mi derecha un joven de 21 añitos que hace como que se forma con una gramática de inglés gordota, gordota.



El de 19 ha salido en busca de mantequilla, que los Cup Cakes están causando furor entre los jóvenes que quieren regalar pasteles para poder soplar velas.



Mi pareja, mi compañero, mi marido, mi NOVIO (Cog-ónes) desde hace muchos años le acompaña.



Este es mi verdadero PLE, ellos me enseñan y yo casi no aprendo, porqué lo importante ahora es poder desaprender tantas cosas que aprendimos (porqué nos enseñaron) mal.



Y en esta parte más achuchona de mi PLE yo aprendo a mirar las cosas con menos seriedad de la necesaria y con más de la que suelo mostrar –que uno o una esconde sus miedos tras cualquier cosa-.



Mi Storify será muy de estar por esta casa que es “la nube”: de cirro a cúmulo, de estrato a nimbo.



¡Ahora empiezo!



EL ENCUENTRO


Qué hay un MOOC y del Gobierno Central, Ministerio, Ministro… :-S

Qué he visto a gente de mi “time-line-de-tuiter” que empieza a hablar del asunto :-)

Me apunto.

Recibo correo: esto empieza.

No me había apuntado con éxito :-/

Me reapunto O_O

Qué atractiva plataforma *_*



Empieza la fiesta (video/s-transcripción-recursos) y otro con la tarea y lo del P2P, los anglosajones tienen una transgresión lingüística que facilita explicar lo que nosotros -ya no te cuento yo- tardaríamos al menos 3 líneas en decir.



Una nube de intereses, escribí lo que me importaba de la educación y luego con Tagexdo (qué programa o aplicación o herramienta o lo que sea, tan, tan sencillo –después de 2 horitas-) y ando siendo la envidia de mi PLE familiar –ampliado- porqué tengo niña ya crecida que es muy poco digital y es fácil de sorprender.

Mi nube, en la nube, en la nube estoy. Querer que los alumnos quieran, desear que aprendan a querer aprender, a saber resolver las grandes y, sobretodo, los pequeños problemas de cada día, que sepan volver a empezar con ayuda, siempre con ayuda de muchos.
Las herramientas son siempre humanas, las personas humanas están casi nunca delante y siempre detrás de las grandes cosas y grandes pequeñas cosas es lo que en la escuela, en casa en el barrio, autobús, tienda, patio o tren, compañeros todos en busca eficaz de una nueva forma de ver y hacer, utilizando, reutilizando lo que de bueno hay en todo y en todos y cada uno de nosotros y los otros.
Vamos, vamos, vamos a por ¡TODO!
Al grito de ¡VIVA, VIVA, LA MEJOR EDUCACIÓN!








Un blog, voy a por Blogger que dicen es sencillo.



¿Sencillo, sencillo para señoras de mediana y media edad (on my late fifties), recién en júbilo por secuelas no deseadas de algún achuchón? 

Para nosotras NADA, NADA es sencillo, pero sigue siendo apasionante, es lo que tiene ser curioso -no os he hablado de la curiosidad que mató al gato pero mueve el mundo pá bien #meparecepiensoyhastacreo-.



Fue un blog cutre hasta que un compañero de P2P (33222) me dijo que podía mejorarlo y como confió en mí, la menda que es agradecida –por bien nacida- se puso en ello y algo consiguió.

¿Qué os parece?



Luego vino lo del PLE, había que dibujar de cualquier forma (nooor, no es desprecio, es que se podía utilizar cualquier herramienta, programa, aplicación o lo que fuera) que lo importante está en el interior


Un resumen "guai online" de: Dónde busco, dónde encuentro, cómo guardo, si luego voy y lo remiro y en otro momento (o ya) lo cuento.



Sólo queda la imagen (el archivo, en la vorágine del aprendizaje), ¡lo borre!







E iban abriendo frentes, nos plantearon un RETO (si es que os va la marcha), salvar a AFANIA, pues no hay faena por aquí como para salir a conquistar. Estos Moocqueros, tiran la piedra y…

Conste, que ¡me quejé!







Antes habíamos aprendido a “analizar” una cuenta de twitter (learning by doing) y a mí, que me pueden muchas admiraciones, me tiró el maeztro @eraser, bueno en todo lo que quiere (tanto en el buen sentido de la palabra bueno, como en el de querer). Él es tan un poquillo “contrató” que hasta embiste contra los MOOC (los quiere aun mejores).



Y creamos una lista de tuitel y hastagueamos hasta la extenuación #eduPLEmooc y #eduPLEviaja (donde me encontró @karnuss), #eduPLEreto y #eduPLEchat (los viernes, justo lo pillé en la despedida).



Y por medio… me niego a enumerar más personal, porqué ha habido muchos: Marifé, TeacherRose, Florencia, Francisco, DePamapanito, Lola, Pilar, Olga, Lolomusic, el joven que hay detrás de La clase de Laura –olvido los nombres y las caras, pero no las situaciones-, de aquí (Catalunya), de allá (Cuenca, Galicia, Toledo, Madrid, Zaragoza, Salamanca, Baleares, Valencia ¡Cuánta Andalucía y Canarias!) y de más allá ;-) Uruguay, Argentina, Perú, México… Y de aquí que están allá: Alemania, Gran Bretaña (Liverpool) y Andrés “el japonés” con su problemón Afan(i)OSO por cambiar la Universidad. ¡Gracias! hace falta también cambiar pá bien o mejor algunas altas cunas del saber.



Y ahora estoy pensando en cursilerías de las bonitas, como profesoras que no oyen bien pero lo escuchan todo y valoran estas cosas en su justa medida y ésta es mucha y muy grande valoración. Nos envían canciones y editan presentaciones a lo promoción oscarizada y llevan escrita en la cara su pasión por aprender para poder enseñar y que “sus niños” aprendan. Y aducen que tienen el #cerebrosaturadito pero nos están mintiendo piadosamente, #queteveoMarifé, para que el resto de mortales renqueantes pensemos que no estamos solos y sigamos avanzando.



Y el profe al cuadrado sigue con sus videos y sus tareas y su elegante postura (y algunos brillos allí por encima de las cejas). Nos propone que tomemos café y hablemos de lo nuestro y el personal se lanza a la calle y el que no puede (o no le dejan, que las leyes andan limitando cosas), se junta en el insti o en el cole y hasta en alguna facultaz  xD



A todas horas –tres menos en Uruguay, ¡Eh! Florencia, una en Canarias –Lola-, Francisco y yo seguimos el mismo horario peninsular (al menos hasta el 9 de noviembre que luego igual estos jefecillos nos adelantan –o atrasan el reloj- lo anterior es a despropósito de ná, cosas tribales).



Como quien se “tira a la bebida” ¡Uy! no debo referirme a cosas tan susceptibles de... #losiento, nos tiramos a los hangouts. Con la excusa de apañar, qué me digo, solucionar lo del país centroeuropeo, habíamos abierto comunidades en Google plus, compartido documentos en el Drive, editábamos, comentábamos, empatizábamos y hasta resiliamos.



Yo estuve en #radioMOOCafé tuiteando insistentemente y luego en el que convocó Almudena y donde bloqueé a la joven que estaba al tanto de los mandos (nunca más pude volver a entrar). El señor Hang me dejo Out, no me lo perdonó :-)

Pero puedo contar con los dedos de mis dos manos las otras conversaciones en las que participé (las más con compañeros y –as de reto y subreto –somos los de la clase al revés, según se baja, donde pone FP -de Formación Profesional-).


Queridos evaluadores tengo mis dos emblemas y estoy orgullosa de ellos por lo que tienen de recordarme lo que os he explicado y estáis leyendo con tanta paciencia, me gustaría el tercero.



Va a quedar precioso y nos recordará a nosotros y al resto que hay que seguir actualizando más el programario que el maquinario.



Y que lo importante, lo verdaderamente importante de alcanzar cualquier tipo de meta es el camino recorrido hasta llegar.



Pues ¡Eso!



Un  placer

PD Veis como la edad no perdona, la Infografía, aprendí a hacer infografías y no se cómo de bien me salió, pero ando como niña con zapatos nuevos (de los buenos, lo que no duelen).